El encontrarnos con nosotros mismos. Encontrarnos con el ser que existe más allá del mundo físico que parecemos habitar. Indagar y examinar hacia el interior, un viaje hacia el conocernos, ese conocernos tan desconocido, tan temido, pero una vez experimentado, ya nunca más podemos abandonarlo. Es un período que transitamos, nos descubrimos, nos despojamos de aquello que creemos existe, y nos encontramos con lo que verdaderamente existe.
Eso experimentado es un vestigio ínfimo de aquello que verdaderamente somos, pero de ese vestigio nace la gran búsqueda, desde ese momento sólo buscaremos Ser quienes somos, eternamente.

viernes, 4 de febrero de 2011

Las diferencias que en realidad no existen


¿Ves diferencias en la imagen? A mi realmente me cuesta verlas... Sí, está bien, es cierto que hay zonas más turbulentas que otras, y eso me recuerda a las "crisis" de fe, esas crisis que nos tambalean y nos hacen preguntarnos qué es lo que realmente queremos, qué estamos haciendo, qué es lo que elegimos... 
Volvamos a tomar la imagen, y, por un momento, imaginemos que allí hay una totalidad, un único ser. El área en movimiento pareciera tener autonomía, identidad, e incluso podríamos pensar y adjudicarle que es algo que se impone a la totalidad, a ese ser único. Ese área, que parece energía, movimiento, podemos ponerla en paralelo con una persona. Una persona, que es una "totalidad", muchas veces cree que en realidad, cuando cosas feas, tristes, desagradables, o simplemente la carga y las molestias de la cotidianidad "le suceden". Cree, incluso, que no puede hacer nada a aquello que "le pasa". Es algo que se impone y sobrepasa sus posibilidades de detenerse y analizar ¿qué es esto? ¿por qué lo elijo? ¿sé por qué me pasa en realidad? Y claro, cuando esto sucede, cuando uno pausa el tiempo, y se detiene, y analiza, y explora, y conoce, se encuentra rodeado, atravesado y unido a todo su ser....

                                                                                             
Esa unidad que percibe por un sólo segundo, que de hecho se pasó como ráfaga de viento en verano, ese sentimiento de no estar solo es lo único a lo que quiere volver. Esa unidad, se siente eterna, infinita, como esta segunda imagen que cuenta la historia. Esa unidad es lo que en verdad somos. Ni siquiera individuos separados, con diferentes sentimientos, ni colores, ni olores, nada. Somos Uno. Somos todo, en unidad y sin matices, sin nada. Simplemente Somos. No hay turbulencia separada, porque en realidad esa turbulencia es parte de la unidad. Esa turbulencia se unifica a la totalidad y se encuentra con la paz completa y total, abarcadora.
Esa unidad somos vos, yo, y todos. Creemos que estamos separados por cuerpos, por ideas, creencias, y demases... Y en realidad estamos unidos por siempre, sólo que de a poco algunos vamos despertando, y empezamos a ver con otros ojos, a ver que no hay límites que nos separen, porque Somos Uno. Y cuando todos vayamos despertando dulcemente, vamos a experimentar lo inexplicable, en éxtasis, de amor y paz. Esa experiencia ya está en vos, en mi y en todos, simplemente hay que elegirla. Elegir el amor es un asunto de voluntad, de extrema voluntad, de deseo real. Es vivir eligiendo recordar quiénes somos, pues, Somo Uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario